Abracadabra

Me parece la segunda película española que veo este año que aborda el tema del maltrato desde un punto de vista tangencial, después de Colossal. Sin embargo, la gran diferencia es que Vigalondo encuentra el tema apropiado para que todo funcione, mientras que Bergés naufraga en la parte de comedia, en la que el esperpento no fragua y eso hace que todo quede con aire de pastiche. Y es una pena, porque la película, por momentos, adquiere cuerpo de pasar de nivel, pero, para mi gusto se queda en un quiero y no sé.