De la desgraciada vida de las hermanas Brontë han salido quizá algunas de las mejores obras de la literatura universal como ‘Cumbres Borrascosas’, ‘Jane Eyre’ y ‘Agnes Grey’. Marcadas por la enfermedad y la muerte toda su corta vida, fueron las que mejor supieron plasmar en los libros la tenebrosidad, la locura, la pasión exacerbada, la profunda melancolía de sus personajes y por supuesto, la muerte. Esta mañana por fin finalicé ‘Jane Eyre’ y ver este film de Cary Joji Fukunaga, me ha supuesto una gran satisfacción, ya que pone en imágenes precisamente todo lo que había imaginado. Mia Wasikowska es la encargada de interpretar a la reservada Jane, una joven maltratada desde su más tierna infancia que termina en una institución de caridad cuyo objetivo es formar a las niñas para convertirse en institutrices. Cuando cumple la mayoría de edad, sus sueños toman las riendas de su vida y decide abandonar el orfanato y buscar trabajo como institutriz. Llega a Thornfield House sin sospechar nada de lo que sufriría y amaría. Mr. Rochester, interpretado por un gran Michael Fassbender, es el dueño de la casa y el encargado de poner a prueba todos los preceptos de Jane, todo lo que ella conocía y sabía hasta ahora del mundo cambiará sin remedio. A partir de aquí la trama utiliza ciertos alicientes sobrenaturales para explicar las determinadas situaciones que se producen, lo cual ayuda bastante a la fluidez del ritmo haciendo que la película sea ligera como el vuelo de una pluma. Prefiero no desvelar ningún dato más de la historia porque está cargada de potentes giros dramáticos totalmente imprevisibles y que son la verdadera esencia de la obra.
Apoyada en una fantástica fotografía de esos parajes tan lúgubres acentuando así la melancolía y la nostalgia, la película comienza justo al final del libro para darle un matiz nuevo, original y enfocarla como una especie viaje onírico a través de los recuerdos de nuestra protagonista. Sin duda alguna, una fantástica adaptación para un clásico inmortal de la literatura.

Se me hizo lenta en algunas partes hasta que va "cogiendo ritmo". Lo que se podría destacar es la ambientación, vestuario y sobretodo determinados diálogos que se llevan a cabo. Las actuaciones, me quedaría con la protagonista Mia Wasikowska.

Fukunaga realiza una sólida adaptación de 'Jane Eyre' con una gran estética y puesta en escena. Fassbender y Wasikowska están genial, y todo su romance me engancha bastante. No me apasiona tanto su último tercio, pero el conjunto me parece notable. A destacar también el gran tratamiento de esa presencia misteriosa a través de varios recursos cercanos al terror. Una de las cosas más interesantes de la obra.